Actualización Flash, julio 2013

Junio de este año se reactivó el Consejo de Desarrollo Comunitario de García Moreno, que fue la principal organización comunitaria involucrada en los enfrentamiento Ascendant Copper Corporation durante el año 2004-2008 en el área de Junín. Al igual que en esos tiempos, el presidente es Polibio Pérez, y la organización tuvo a bien crear tres vicepresidencias encabezadas por distintos presidentes de la comunidad de la zona de influencia del proyecto minero (los representantes electos incluyen presidentes de Junín, Rosal, Cerro Pelado, Chalguyacu Bajo, y La Armenia). Varias organizaciones de Inteñas también participaron en el proceso electoral como observadores y se comprometieron a apoyar la organización de la comunitaria.

Una de las primeras acciones de la CDC fue de conversar con los ocupantes de unos cinco vehículos de la empresa minera ecuatoriana- Enami- que se dirigían a Chalguyacu Alto a una reunión para socializar la decisión tomada sin ningún aporte de la comunidad para reactivar el proyecto minero Junín. Cerca de 30 miembros de la comunidad se reunieron con los delegados de Enami en la zona Chalguyacu Bajo (que incluía varios policías) y les pidieron respetar la decisión que los miembros del CDC habían tomado y no ir a la reunión. Los miembros de la comunidad, que luego creció a entre 80 y 100, argumentaron que las comunidades no querían más divisiones y conflictos sociales debido a la presencia de la empresa. Curiosamente, la empresa accedió, pero no pasó mucho tiempo antes de recibir informes de la presencia de cinco patrulleros de policía en la ciudad de García Moreno. Al momento de esta actualización, nadie sabía lo que estaban haciendo en García Moreno.

Red de Solidaridad de Intag

Estamos felices de anunciar la reactivación de la Red de Solidaridad de Intag, que en la lucha contra Ascendant jugó un papel tan importante. Hay varios observadores internacionales en el área de Junín-Cerro Pelado ahora bajo la dirección de la CEDHU, la prestigiosa organización de derechos humanos con sede en Quito. Los observadores están ahí como testigos para grabar, denuncian y ojalá evitar, posibles violaciones de derechos humanos.